domingo, 21 de abril de 2013
Cuando la miro, siento un nudo en el pecho,
sólo soy un satélite pequeño que gira lloroso alrededor de su espacio.
Ahora todo resulta diferente.
las palabras se concretizan en una sola pregunta diaria:
¿Cómo estas hoy?
amanece el día, y ella permanece en cama.
Parece que hasta el tiempo se hubiese detenido.
Cuando estoy en su cama sonrío, la abrazo,
le digo que no hay nada que temer, que todos esperamos
que se reponga. Pero por dentro hay inmenso temor
y tristeza en el alma...
"La madre está enferma, Está enferma la casa.
El mundo está enfermo, La vida se acaba"
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