Desde que soy chiquita siempre que estuve mal cerré los ojos fuerte fuerte y hablaba con vos. De a poco la calma venia a mi. Ya no escuchaba mas los gritos. El frío no me importaba. El miedo seguía intacto pero yo sabia que ya no estaba sola, estabas ahí. En ese rincón era donde me escondía. Te pedía que me cuidaras que me abrazaras, que se acabara esa tormenta de arena que me estaba lastimando los ojos. Cuando ya me estaba quedando dormida del frío que me congelaba los huesos, sabia que tenia que pararme y volver a la guerra. En mi cabeza no dejaba de imaginarme el momento en el que todo cambiaría. el momento que fueras real... Al otro día me desperté y estabas ahí, podía mirarte y miles de cosas buenas me inundaban, no quería volver a ese lugar, sabia que en cualquier momento tendría nuevamente clavos en mi cabeza.
La vida continua y eso sigue pasando pero sigo caminando aferrada a tu mano fuerte fuerte fuerte sin soltarme.
Podría drogarme, terminar en un centro psiquiátrico por no decir loquero... o hasta matarme. Pero no soy tan inútil como dicen "como para arruinarme la vida" ya estas con migo, ya lo tengo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario